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Estoy en la casa de Prem Trancitas, que por cierto pronto la van a derruir para construir unos modernos pisos y en la que el Prem Trancitas planéa realizar un gran huateque; me encuentro con la sorpresa de que ha comprado un sofá cama computarizado para dar masajes. Lo primero que me viene a la mente es la imagen, creo que de la serie de Tv "Los locos Adams" o de los "Mounsters", de esos sillones gigantescos de películas góticas en donde el Tío Cosa se asienta en todos sus reales.
Bueno resulta que el sofá cama dá masajes, ¡sí masajes! Y al parecer de todos tipos: indonesio, thailandes, etc y etc; el sofá gótico tiene una micro-computadora en la que programas todo tipo de masajes.
El Prem Trancitas estaba feliz, me insistía continuamente en probar aquella cosa a lo cual me negué más por temor a que aquello se engullera todo mi ser: cuerpo, espiritu, mente; o me re-programara con algún chip. Luego uno no sabe bién que contienen estos sofás.
Fotografía: OSHO- Primeros años