El Dialogo (por Anando Purutama): -CW-

La puerta plateada y fría se cierra tras los pasos de Sw Dael y deja ver el grabado con la frase publicitaria del planeta Aurora “El inicio de una nueva vida”.
Dael examina el gran salón hexagonal, busca con artificiosa curiosidad infantil el origen de la luz artificial sobre los seis sillones contrapuestos, en las paredes luminiscentes, en la gran mesa redonda de cuarzo...

-Dael, nunca encontrarás el origen de esta luz –afirma Sw Muab al entrar al gran salón.

-¡Lo sé!... y bien, ya estoy aquí –Responde Dael.

-Amigo Dael ¿Por qué nunca sonríes?... –

La pregunta se ha repetido desde el inicio de su amistad, hace doscientos años.

-Bien, desde que la Tierra inició la colonización de los nuevos mundos, el parlamento ha estado de acuerdo en la manera de hacerlo... ¡Hasta hoy! –Muab lo dice a modo de introducción, conoce bien a su amigo y sabe que a Dael le disgustan las descripciones.

-¿Hasta hoy?... Bien sabes que nuestros días no son como los de otros –Lo interrumpe Dael, cansado de la filípica minuciosidad de su compañero.

-¿Qué quieres decir? –Acusa Muab con un dejo de sorpresa.

-Que nosotros, o mejor dicho, ustedes, son la causa del problema –Responde Dael.

-No solo nosotros, como tu dices; con el tiempo ustedes también serán causa de divisiones... -Muab mira fijo a Dael, busca algún rasgo humano, un rostro.

-Sí pero nosotros somos el futuro. –Dael lo interrumpe.

-Quizás –Contesta turbado Muab.

-No quizás, Muab; de hecho ya lo somos. Examina la historia de los humanos a los que llamamos comunes por vivir solo 90 años, ve su forma de reproducirse, los choques emocionales que les resultan de estar divididos en dos sexos...

-"En tres" –.

-Sí, en tres, pero ustedes los humanos longevos son ya otra especie, no-solo son andróginos sino también milenarios. Dime, Muab ¿Qué comparación puede haber entre un ser humano que vive a lo sumo 90 años a otro que alcanza los 5 mil? ¿No te cansan las infantiles repeticiones de los humanos comunes? Dime Muab, de verdad piensas que acaso ellos pueden ser el futuro de la galaxia.


-¿Lo artificial, verdad? -Dice Muab al observar el grabado de Aurora.

-No te entiendo –Dice Dael, desconcertado ante el vuelco en la discusión.

-¡Sí!, Tu y yo somos artificiales, quiero decir artificios creados por los humanos comunes, como los llamamos despectivamente. Tu Dael, eres un androide con un cerebro bioelectronico diseñado para vivir miles de años, cientos quizás. Yo soy un producto de la manipulación genética y viviré a lo sumo cinco mil años. Tu y yo, y otros como nosotros, somos otra cosa pero en esencia lo mismo, somos los hijos...

-El futuro, querrás decir –Insiste Dael con un intento por retomar la primacía del dialogo.

-¿Porqué el futuro? -Pregunta sombrío Muab.

-Muab, el ser humano siempre creó artificios, el uso de lo que es manipulable, sus construcciones, sus libros, sus ingenios y estos últimos somos nosotros: el ingenio vuelto vida, más perfectos, más longevos...

-¡Pero nosotros también moriremos! –interrumpe Muab. Su mirada se ha tornado vacía.

-Si, y nosotros produciremos nuevos ingenios, inimaginables para el ser de tres dimensiones, crearemos seres de superficie continua, Moebius no erró, –Afirma triunfante Dael; una sonrisa plena se dibuja en su rostro.

-No somos Dios, Dael.

-No lo somos. pero seremos estrellas: seremos al final Uno.

-¿Después de esta infernal separación?

-Después de esta infernal separación prometéica sí, después de muchos miles de iones... ¡Sí! –Por primera vez en su existencia, Dael rie.

ilustraciones de: Ron Miller
"Dune" 1984
Black Cat Studios