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El Prem trancitas regresó de su viaje por Europa Central; me cuenta que las polacas son bellisimas y algo coquetas, que quieren más a los alemanes que a los rusos, y eso a pesar de la masacre de Katin y las atrocidades del Guetto de Varsovia. Se ve cambiado el Prem Trancitas como que le hizo bién estar a 12 grados bajo cero y oir misa en la catedral de Varsovia, que por cierto no entendio nada, no solo por el idioma sino porque la cuna de los conservadores y reaccionarios encabezados por el inexistente woytyla, quien cambió al mundo para hacerlo la guarida del lobo, o mejor dicho: hacer del mundo un lugar donde los fascistas de mierda se regodean.